Dique Torres y los administradores judiciales de la empresa en liquidación llegan a un acuerdo que ya se intentó sin éxito al inicio de la ampliación del puerto
M. CASTRO- 28-8-2010 LA NUEVA ESPAÑA
La Unión Temporal de Empresas Dique Torres, que ejecuta la obra de ampliación de El Musel, está empleando como relleno del superpuerto material de las escombreras de Mina La Camocha, tras haber alcanzado un acuerdo con los administradores judiciales del concurso de acreedores de la empresa en liquidación.
Los vertidos de este material de escombrera se están efectuando en la zona próxima a los taludes interiores del futuro puerto desde que se iniciaron, en la tarde del pasado jueves. La eliminación de las escombreras permitirá liberar una parte considerable del suelo de Mina La Camocha, que el Ayuntamiento de Gijón espera que se destine a parque empresarial. Los responsables del transporte de materiales ya han avisado a los vecinos del entorno de las molestias que les causará el paso continuo de camiones hasta finales de año.
Las dos escombreras de Mina La Camocha acumulan un volumen de unos 970.000 metros cúbicos de tierra mezclada con carbón, procedentes del interior del pozo gijonés. El precio que Dique Torres abonará por este material de relleno no ha trascendido, aunque con toda probabilidad será inferior a los 5,27 millones de euros en que valoraron ambas escombreras los administradores del concurso de acreedores de Mina La Camocha. De hecho, los administradores concursales habían puesto a la venta este activo con un precio de salida de 2,63 millones de euros. Las cuentas de la administración concursal estaban hechas en base a la posibilidad de recuperar el carbón que contienen las escombreras (un tercio del total), para su uso como combustible. Dique Torres ya trató de adquirir las escombreras de Mina La Camocha al inicio de la obra de ampliación de El Musel, si bien no se llegó entonces a un acuerdo en el precio entre la UTE y la empresa minera, en aquella fecha aún con actividad.
Las escombreras de Mina La Camocha se asientan sobre más de 100.000 metros cuadrados de los 336.644,60 metros cuadrados que se prevén destinar a parque empresarial. La eliminación de las escombreras es, por lo tanto, una de las actuaciones claves para facilitar el desarrollo de aquel proyecto, junto a la descontaminación de la balsa de finos, de la que se estima que se podrían extraer 813.000 toneladas de carbón. Los trabajos para dejar el suelo habilitado para otros usos se prolongarán entre tres y seis años. Los estudios técnicos preveían usar parte de las escombreras para rellenar huecos en el propio terreno de Mina La Camocha.
El inicio de los trabajos para eliminar las escombreras de Mina La Camocha ha suscitado algunas dudas entre los miembros de la asociación de vecinos de Vega, que se preguntan si estas tareas cuentan con los informes y autorizaciones pertinentes. Consideran relevante este asunto debido a la relativa inestabilidad de ambas escombreras, en especial de la norte, que es en la que han empezado a cargar los camiones.
La escombrera norte ocupa una superficie de 58.000 metros cuadrados y tiene una altura de 51 metros. Su inestabilidad provocó hace años un vertido de materiales al río Llantones, que fluye por la parte de atrás de la escombrera. Esta escombrera se levanta sobre una antigua balsa de finos, que previsiblemente también tendrá que descontaminarse.
La escombrera sur, que es la más próxima al pozo número dos, ocupa una superficie de 42.650 metros cuadrados y tiene una altura de 20 metros. Se trata de un montículo más estable que la escombrera norte.
La asociación vecinal de Vega, que echa en falta medidas para el polvo y el tráfico de camiones, teme los efectos geológicos del trasvase de material
Miriam SUÁREZ 1-9-2010- NUEVA ESPAÑA
La Asociación de Vecinos de Vega quiere explicaciones sobre la decisión de utilizar las escombreras de Mina La Camocha para relleno de la ampliación portuaria. Y, este lunes, las reclamaba por escrito a través del Registro municipal. Se deja así constancia formal de la inquietud de una parroquia que teme las consecuencias geológicas de las extracciones de material, además de lamentar las molestias que ya se están produciendo por el intenso tráfico de camiones.
Los representantes vecinales piden tener acceso «al expediente completo de la licencia que ampara esta actividad». Pretenden, de esta manera, conocer los términos del acuerdo alcanzado entre Dique Torres -la unión temporal de empresas que resultó adjudicataria de la obra de El Musel- y los administradores judiciales del concurso de acreedores que afronta Mina La Camocha para su liquidación. «Queremos asegurarnos de que todo está en orden», alegan.
La escombrera norte «ya resbaló sobre el arroyo Llantones» en su día. Con estos antecedentes de inestabilidad, los vecinos de Vega consideran que los trasvases de material «deberían contar con el aval de algún organismo especializado». La parroquia encargó sus propios informes sobre el subsuelo de la zona cuando se redactó el Plan General de Ordenación (PGO) de 2005. En ellos se detectan riesgos «por oscilaciones del nivel freático», así como por la existencia de «numerosos puntos de hundimiento».
Al colectivo vecinal le preocupa que los movimientos que se están realizando en las escombreras de La Camocha agraven las condiciones geológicas de una zona debilitada por 75 años de actividad minera. Pero la asociación que preside Carmen Suárez no sólo presta atención a lo que pueda ocurrir bajo tierra. También vigila muy de cerca la evolución de los efectos que ya se manifiestan en superficie como consecuencia del transporte del material.
El flujo de vehículos pesados entre La Camocha y el puerto de El Musel «está resultando muy molesto», constata la presidenta vecinal, que echa en falta una señalización acorde con el trasiego de camiones que altera desde hace días el tráfico de la parroquia. «Se supone que deberían colocar señales de precaución. Y si no las colocan, pues tendremos que volver a ir al Registro municipal para pedirlas por escrito», señala.
Las palabras de Carmen Suárez dejan asomar el malestar de una parroquia que reprocha «la política de hechos consumados que suele practicarse en esta ciudad». Desde la Administración nadie les avisó de que iban a utilizarse las escombreras de La Camocha para rellenar el superpuerto, y «tendrían que haberlo hecho, aunque sólo sea para prevenirnos del tráfico de camiones, que conlleva sus riesgos para la circulación».
Los vecinos de Vega se enteraron del acuerdo entre Dique Torres y los administradores concursales de la mina cuando ya habían comenzado las extracciones de material en la escombrera norte. La única información de la que disponen se la dieron los transportistas. Por ellos saben que las molestias durarán hasta finales de año. «Si esto continúa así, también tendremos que pedir que cubran la carga de los camiones con una lona o un plástico, para que no suelten tanto polvo cuando pasan cerca de las casas», plantea la presidenta de la asociación de Vega, haciéndose eco de las primeras quejas vecinales.
Felgueroso incide en que, más allá del interés portuario, se le está despejando el camino al futuro parque empresarial
Miriam SUÁREZ – 2-9-2010 LA NUEVA ESPAÑA
La utilización del escombro de Mina La Camocha para rellenar la obra de El Musel «tiene todos y cada uno de los permisos que necesita». La alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, despejó así las dudas que empezaban a surgir entre grupos ecologistas de la región y vecinos de la parroquia de Vega. No es sólo que cumpla legalidad, sino que «a nosotros nos parece una medida muy buena», apostilló.
La Consejería de Industria y el Ayuntamiento de Gijón han informado a favor de este trasvase de material. Más allá de las necesidades de la ampliación portuaria, Fernández Felgueroso considera «muy importante» para el municipio que se vaya retirando la escombrera de Mina La Camocha, de cara al desarrollo de la actividad empresarial que «queremos como destino final para esos terrenos».
La mina gijonesa, en proceso de liquidación, cerró hace año y medio, y el Ayuntamiento contempla en su lugar un parque tecnológico y empresarial como el que ya existe en la zona de Cabueñes. Retirar las dos escombreras existentes, donde se acumulan 970.000 metros cúbicos de tierra mezclada con carbón. sería el primer paso. La alcaldesa de la ciudad habla de «necesidad» y «obligación».
Necesidad porque la escombrera norte «ha causado algunos problemas de inestabilidad, deslizándose hacia el río y hacia los almacenes que tenemos en la antigua Piti». Y obligación porque «se está cumpliendo con los requisitos que impone el cierre de la mina», ahora en manos de los administradores judiciales que gestionan el concurso de acreedores al que está sometida la empresa.
Fernández Felgueroso no quiso entrar en los detalles económicos del acuerdo que Dique Torres -la sociedad adjudicataria de la obra del superpuerto- ha alcanzado con los administradores judiciales de Mina La Camocha para la extracción de material. Los ecologistas asturianos critican la falta de previsión de la unión temporal de empresas, mientras Paz Fernández Felgueroso refuta: «Cuando lo convenian, es que lo necesitan. No hay que buscarle tres pies al gato».
La Alcaldesa también tiene contestación a la denuncia relacionada con los estudios medioambientales previos. Según los ecologistas, Dique Torres descartó los escombros de Mina La Camocha como relleno por esos informes, que advertían de «afecciones no deseables» sobre Vega-La Camocha. Fernández Felgueroso aseguraba ayer que «esa alternativa nunca estuvo descartada» para la obtención de material de relleno. «Hay aportes de varios lugares para rematar la obra del puerto», indicó.
Los vecinos afectados por el trasiego de camiones que ha empezado a producirse entre Vega-La Camocha y El Musel solicitan medidas que atenúen los efectos del tráfico y el polvo. «Sin duda, se tiene que respetar la velocidad y evitar el polvo, pero esas cautelas deben tenerlas los propios transportistas», opina la alcaldesa de Gijón. La asociación vecinal de Vega, no obstante, ha solicitado tener acceso al expediente que ampara este traslado de escombro para asegurarse de que todo está en orden. La actividad durará hasta finales de año.
Los vecinos reciben la notificación de que los trabajos empezarán en horario nocturno
Miriam SUÁREZ 3-9-2010 LA NUEVA ESPAÑA
Las quejas de los vecinos de Vega han surtido efecto de inmediato. De no tener ninguna información sobre el traslado del escombro de Mina La Camocha a la obra de ampliación de El Musel han pasado a conocer la operación con todo lujo de detalles. Los que un facultativo del pozo gijonés ofreció el miércoles a los portavoces de la parroquia para evitar que este asunto derivase en un conflicto vecinal.
El técnico de Mina La Camocha mostró a los representantes de Vega los informes que avalan este traslado de material, para que pudiesen comprobar personalmente que todo está en orden. Los administradores judiciales de la empresa, sometida a un concurso de acreedores y en proceso de liquidación, han alcanzado un acuerdo con Dique Torres -sociedad adjudicataria de la obra de El Musel- para que pueda rellenar el superpuerto con las dos escombreras que quedan en La Camocha.
La Consejería de Industria ha informado a favor de dicho acuerdo. En cuanto a la circulación de camiones, cuenta con el correspondiente permiso del Ayuntamiento. «Que nos enseñaran los informes nos tranquiliza, porque hemos visto que se ha tenido en cuenta la situación de inestabilidad que presentan las escombreras de la mina», admitieron los portavoces de la Asociación de Vecinos de Vega una vez procesada la información.
Los grupos ecologistas compartían sus recelos. No se oponen a la retirada de escombro, pero entienden que «la Autoridad Portuaria está sujeta a la ley y no puede hacer lo que le dé la gana» en la obra de ampliación de El Musel. Las minas, cuando cierran, están obligadas a desmantelar los restos de su actividad para que pueda recuperarse la zona. En el caso de La Camocha, los terrenos se destinarán a un parque empresarial como el que ya funciona en Cabueñes.
Las extracciones de material durarán hasta el 31 de diciembre. «Nos han dicho que pronto se empezará a transportar el escombro también de noche», apuntan los vecinos. Tras denunciar públicamente las molestias que ya ocasionan los camiones ahora que sólo se trabaja de día, «ya se están tomando medidas; los vehículos salen con una lona cubriendo las cargas y el Ayuntamiento envió a la Policía para vigilar el tráfico», pudieron constatar ayer los representantes de la parroquia de Vega.
Aun así, los vecinos no van a bajar la guardia. Reconocen el gesto de Mina La Camocha, pero ayer incidían en que «desde el Ayuntamiento nadie nos ha informado en tiempo y forma». Para la alcaldesa, la medida «es buena y necesaria», y atenuar las molestias corresponde a los propios transportistas del material.
EL COMERCIO 3-9-2010
Cuenta la canción que ‘La mina de La Camocha dicen que va bajo el mar’, una exageración popular que tenía su origen en la gran longitud de las galerías de la explotación y que ahora, por mor de la ampliación del puerto de El Musel, se hace realidad al menos de una forma vicaria. Porque los administradores judiciales de la mina, ya cerrada, autorizaron recientemente a la adjudicataria de las obras de El Musel a utilizar el contenido de la escombrera como áridos para el relleno de la ampliación del puerto.
La Asociación de Vecinos de Vega quiere reducir todo lo razonablemente posible el impacto del tráfico pesado y, en ese sentido, su presidenta, Carmen Suárez se congratuló ayer de que la Policía Local vigilara no sólo la velocidad del transporte, sino también la colocación de toldos que impidan la caída de materiales desde la caja de los vehículos y el riego de las ruedas.
Carmen Suárez considera evidente que la única forma de eliminar la escombrera de La Camocha es mediante camiones y piensa que la oportunidad que ahora proporciona el relleno de El Musel puede ser un primer paso hacia la recuperación medioambiental inherente al cierre de cualquier explotación minera, una actuación que la agrupación vecinal de Vega no sólo no rechaza, sino que desea y reclama. No está claro, sin embargo, que la extracción de materiales con destino a El Musel vaya a lograr que la escombrera desaparezca del todo o si la empresa que ejecuta la ampliación del puerto extraerá de la escombrera sólo una parte de la misma.
El acuerdo con la adjudicataria de las obras de El Musel que han autorizado los administradores judiciales de la mina implica retirada de materiales hasta final de año, según la información recogida por Suárez. La fecha coincide con el final previsto de la ampliación portuaria.
Con la extracción de materiales de la escombrera de La Camocha en marcha, la Asociación de Vecinos de Vega pretende ahora que la recuperación medioambiental sea completada y, también, que la inestabilidad geológica sea tenida en cuenta tanto ahora como durante toda la tramitación del nuevo PGO.
Aunque los vecinos celebran que el acopio de áridos para El Musel ayude a la eliminación de la cantera, también expresaron su inquietud por las consecuencias que pudiera provocar la citada actuación pues, en palabras de su presidenta, Carmen Suárez, la citada escombrera «ya resbaló en otras ocasiones» y el movimiento de tierras podría entrañar peligro para los vecinos y sus propiedades.
Ayuntamiento y empresa minera, controlada por administradores judiciales, proporcionaron en las últimas horas la información que contribuyó a tranquilizar a los vecinos, y ayer mismo varios agentes de la Policía Local comprobaron que los traslados de material de la escombrera se efectúan con los camiones cubiertos con toldos y que se limpian de forma «razonable» las ruedas y bajos de los vehículos antes de entrar en la carretera.
«No sabíamos qué se estaba haciendo, ni si había licencia municipal para ello», precisó ayer Carmen Suárez. Al parecer, la única autorización municipal se refiere al tránsito anormalmente alto de vehículos pesados, pero existe conformidad de la Dirección General de Minería y Energía del Principado y la agrupación vecinal de Vega entiende que eso implica unas condiciones de seguridad aceptables para un tráfico que será también nocturno.
La UTE que amplía El Musel recibe gratis 970.000 metros cúbicos de tierra y carbón valorados en 5,27 millones
M. CASTRO- 21-9-2010 LA NUEVA ESPAÑA
Los administradores del concurso de acreedores de Mina La Camocha han regalado a la UTE Dique Torres (liderada por el grupo ACS) las escombreras del antiguo pozo minero, que se están usando como relleno de la obra de ampliación de El Musel. Las dos escombreras de Mina La Camocha contienen 969.962 metros cúbicos de mineral, de los que un tercio es carbón.
A Dique Torres le ha salido gratis un material que los propios administradores concursales han valorado en 5,27 millones de euros, en base a informes técnicos que habían encargado al respecto. De esa cantidad, el carbón que contienen las escombreras, de haber sido recuperado, supondría 2,13 millones de euros y el resto es el valor de las areniscas y calizas de posible uso en obra civil, hormigones y como relleno.
Los administradores concursales habían puesto a la venta todos los activos de la empresa a mitad de su tasación, lo que en el caso de las escombreras suponía un precio de salida de 2,63 millones de euros. Los ingresos para la empresa en liquidación por este activo minero serán finalmente de cero euros tras el acuerdo con Dique Torres.
El acuerdo, suscrito el 9 de agosto, establece la cesión «gratuita y desinteresada» de los materiales estériles que conforman las escombreras norte y sur, que suman entre ambas los 969.962 metros cúbicos citados. Dique Torres corre a cargo de todos los gastos necesarios para el transporte del material hasta la zona de los vertidos.
La eliminación de las escombreras de Mina La Camocha forma parte del plan de cese, abandono y rehabilitación medioambiental de la explotación. Sin embargo, el acuerdo con Dique Torres ni siquiera garantiza este extremo, ya que la UTE controlada por ACS se reserva el derecho a retirar la cantidad de material estéril que estime oportuna, «pudiendo, en consecuencia, cesar en su aprovechamiento cuando sus necesidades de relleno en la obra lo hagan ya innecesario».
Las escombreras son el tercer activo del patrimonio de Mina La Camocha con mayor valoración económica. Por delante están los 336.644,60 metros cuadrados de terrenos alrededor del pozo minero, que los administradores valoraron en 23,38 millones de euros, y la balsa de finos, que contiene 813.230 toneladas de carbón valoradas en 9,05 millones de euros.
Las escombreras y la balsa ocupan casi la mitad de los terrenos de Mina La Camocha (160.331 metros cuadrados), por lo que su eliminación es imprescindible para el plan municipal de mantener el carácter industrial de la zona con un parque empresarial, tal como recordó la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, el pasado 1 de septiembre, cuando evitó entrar en los detalles económicos del acuerdo para eliminar las escombreras.
M. C. 21-9-2010 LA NUEVA ESPAÑA
La quiebra de Mina La Camocha dejó un reguero de 176 millones de euros en deudas entre diversos organismos estatales y entre prejubilados, a los que se suman otros 4,6 millones de euros de gastos del propio concurso hasta la fecha.
A pagar primero los gastos del concurso y después parte de las deudas con los acreedores se destinará lo que se ingrese por la venta de los activos de la empresa. Los activos fueron valorados en 53,18 millones de euros, aunque fueron puestos a la venta por la mitad de su tasación (salvo los 5,89 millones de euros en activos monetarios).
Las posibilidades de cobro de los acreedores dependen también de si se declara o no culpable el concurso, lo que acarrearía responsabilidades patrimoniales de los antiguos gestores de la mina. Los administradores concursales aún no han dado su parecer al respecto.
M. C. 22-9-2010 LA NUEVA ESPAÑA
Los responsables de Mina La Camocha habían ofrecido a finales de 2007 sus escombreras a Dique Torres, a un precio de 1,2 euros por tonelada, con lo que esperaban obtener unos ingresos de 3,12 millones de euros, al estimar que las dos escombreras de la mina sumaban 2,6 millones de toneladas. El precio no incluía ni transporte ni carga.
Dique Torres se está llevando finalmente el material sin contraprestación alguna, tras la quiebra de la compañía minera. Los administradores del concurso de acreedores de la empresa en liquidación han cedido gratuitamente los 969.962 metros cúbicos que se calcula que tienen ambas escombreras. La unión empresarial que amplía El Musel sólo correrá con los gastos necesarios para llevar el material a la zona de vertido.
Las dos escombreras de Mina La Camocha habían sido valoradas en 5,27 millones de euros y fueron puestas a la venta por la mitad de su precio; 2,63 millones.
La eliminación de las escombreras es imprescindible para intentar desarrollar un parque empresarial en los terrenos mineros.
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