PGOU-PLUTOCRACIA

Una plutocracia (Del griego ploutos, riqueza y cracia, gobierno) comprende un sistema de gobierno donde la riqueza es la base principal del poder. En Gijón, gobierno y oposición parecen servir a los mismos amos.

PGOU-PLUTOCRACIA

Pilar Fernández Pardo preside en Gijón el segundo partido más votado. Sus más de 50.000 votos en las últimas municipales la obligan a liderar la oposición y a tener que demostrar públicamente que aspira a presidir la próxima corporación. No es, por tanto, una ciudadana más, y suya es la responsabilidad ante el resto de ciudadanos de representar una alternativa de gobierno creíble, si queremos que esto sea una democracia. Pero su labor en estos dos años en el conflicto urbanístico y su compromiso con los ciudadanos de la zona rural, parecen reducirse a la mascarada fotográfica de enfundar prendas verdes y aceptar con sonrisa de oreja a oreja manifiestos rurales. Toda una retahíla de representaciones teatrales, algunas dignas de comedia de Molière, como veremos.

Los manifiestos vecinales que en sus manos cayeron y que tan prestamente tomó, no hablaban nada bien de este PGOU, precisamente. Para leerlos se vistió de verde rural, y declaró estar de acuerdo con ellos. Sin embargo, su grupo político, el único partido de la oposición de esta ciudad, no presenta una alegación consistente al plan de ordenación, con la que los gijoneses podamos conocer la alternativa urbanística de su formación. Según PFP, porque “no les dio tiempo a prepararla”.

Pensamos entonces, que el tiempo lo empleaba en leerse los voluminosos documentos del PGOU, en trabajar en las comisiones de urbanismo, en enterarse de las alegaciones de las parroquias más conflictivas, en saber qué piensan los vecinos. Pero, tampoco. En Vega se realizó una alegación fundada, sólida, que además de proclamar la voluntad mayoritaria de sus vecinos de conservar la parroquia, alertaba de la ilegalidad en la que podría incurrir todo el equipo responsable del PGOU si esa unidad de ejecución se llevaba a cabo, dadas las condiciones del subsuelo de Vega y los desaliños medioambientales que produciría. La unidad se retiró, pero PFP, en la comisión de urbanismo donde se tomó la decisión, insiste en urbanizar  de Vega. 

Como sabemos, nuestros “progresistas” gobernantes no reconocieron la iniciativa popular respaldada por 32.000 firmas, pero al menos se consiguió la convocatoria de un pleno extraordinario, donde se expusieron una serie de planteamientos y propuestas sobre urbanismo. Pues bien, todo ese esfuerzo desmedido para hombres y mujeres de la zona rural que supuso recoger tal cantidad de firmas – sin las que nunca hubiese existido ese pleno – se hubiese ahorrado con una sola: la de PFP, en el sitio adecuado y en el momento justo, ejerciendo el derecho que su condición de jefa de la oposición, con un nº de concejales suficientes, le otorga para convocar un pleno extraordinario. Su pretendida sesión fotográfica, esta vez en la Semana Negra, parece que la dejó agotada y sin tiempo para papeleos.

No acaba ahí la cosa. En dicho pleno, PFP vota, por supuesto, a favor de las propuestas de la zona rural. ¿Está de acuerdo, entonces, con el empleo del suelo público para vivienda pública y con el derecho de superficie que evita la enajenación del suelo público? No. Nuestro gozo en un pozo: propone en el mismo pleno que el suelo público se venda a los constructores y también vota en contra de retirar las unidades de Vega y Jove. Es decir, en contra de las peticiones vecinales.

La política de oscurantismo del equipo de gobierno sigue y se acentúa con las respuestas a las alegaciones: confusas e incoherentes. La zona rural exige los planos desde la aprobación del plan en agosto. Como sabemos, sin éxito. Si el PGOU es un documento que ya existe por triplicado, según reza en la respuesta a las alegaciones, que recoge cuantas modificaciones se consideraron oportunas y ahora ya aprobado por la CUOTA y definitivamente por el Ayto. en Pleno Extraordinario, ni entendemos por qué el equipo de gobierno se niega a proporcionar esa información que se deberá acabar sabiendo; ni por qué, en su defecto, no lo hace PFP, puesto que en los plenos de aprobación, votó en contra del documento. Una de dos: o vota en contra de algo que desconoce, o como al equipo de gobierno le interesa mantener oculta la información. ¿Qué pasa, entonces?

Visto exclusivamente como ciudadanos y contribuyentes, si perversa es la postura del gobierno municipal en el ya largo proceso de modificación del Plan de Ordenación Urbana, el papel que está desarrollando la oposición municipal está siendo impresentable. Y si esto ha sido evidente en los dos años que llevamos en la batalla, en los últimos meses la ausencia de iniciativa es clamorosa, perdiéndose la oportunidad de suscitar un debate público para que todos los gijoneses y, particularmente, los afectados, tengamos información. Al no propiciar ese debate, la oposición se convierte en cómplice del equipo de gobierno – cuyo mayor aliado es el secretismo y los juegos de manos bajo mesa – y como éste, en servidor del mismo poder económico que parece tomar las decisiones en nuestra ciudad.

Por si algo no queda claro, debería tener presente PFP que esta comedia urbanística de la que activamente toma parte, acabará en tragedia para muchos vecinos que, decepcionados y convencidos de la nula defensa del interés general de sus representantes públicos, sólo recordarán de ellos el porte insolente de unos y la pérfida sonrisa de otros.

Colectivo en Defensa del Medio Rural y Asociación de Vecinos S. Emiliano, Vega.