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¿Error? ¿no será más bien horror?

Cuando cayó la venta de viviendas libres, apareció el interés de los constructores por la vivienda protegida y entonces los administradores de lo público encontraron el dinero necesario para impulsar viviendas con algún tipo de protección, incluso encontraron dinero para comprar a los constructores parte del stock de vivienda libre que no logran vender, o para comprar  viviendas protegidas que no encontraban comprador a pesar de los miles de demandantes con que justificaron su construcción(como sucedió en Roces). La Consejería de Vivienda no escatima medios para actuar como agente inmobiliario, para lanzar campañas, poner a las asociaciones de vecinos a vender sus promociones, lo que haga falta para beneficiar a sus socios del ladrillo; no se cortan en destinar decenas de millones de euros de dinero público para contener la caída de los precios, en subir el precio de la vivienda protegida cuando baja el de la libre… todo es poco para beneficiar a los patronos del ladrillo, que en unos meses han pasado de recibir ayudas millonarias para reducir su stock, a anunciar la subida de las ventas y de los precios, para protestar al día siguiente por la falta de compradores para las miles de viviendas protegidas en marcha, que la banca ahora no está por la labor de dar créditos a quienes no pueden pagarlos…

El número de viviendas vacías crece, también crece  el número de personas para las que la vivienda resulta inasequible, crece el paro y el número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, los constructores siguen con su negocio beneficiándose de millones de euros de dinero público, mientras se recortan sueldos, gastos en sanidad pública, pensiones… Y cuando España tiene la mayor deuda privada de Europa, cuando los bancos tienen más pisos que dinero, siguen en más de lo mismo, más ladrillo, insisten en que no quede un español sin hipoteca de por vida. ¿Un error de los gobernantes? Un HORROR ! Aunque lo mismo da como se titule, se agradece que, como tantas veces, Javier Morán diga lo que hay.

El error protector

LA NUEVA ESPAÑA 29-6-2010

Se derrumbaba el ladrillo, pero Principado y promotores produjeron más pisos que nunca

JAVIER MORÁN El sector asturiano de la promoción de vivienda avisa de que no pueden vender todos los pisos de precio protegido que desearían, y de que están almacenando un «stock» peligroso de unas 2.000 viviendas que los compradores no les arrancan de las manos, pese a sus precios más asequibles.

Hagamos memoria. Hace dos años, cuando la economía española y mundial comenzaban a derrumbarse con el ladrillo a la cabeza, algunos analistas inmobiliarios -insidiosos, pero veraces- lanzaron este mensaje a los promotores: «Bajen ustedes inmediatamente un 30 por ciento el precio de sus pisos o al cabo de un tiempo las circunstancias los obligarán a venderlos al 50 por ciento».

Aquello podía parecer una burrada, pero gracias a tan duro ajuste inicial los mercados inmobiliarios de EE UU y de Inglaterra han logrado limpiarse con relativa rapidez. Claro, que estamos hablando de pueblos anglosajones: pragmáticos, realistas, rápidos. En cambio, los latinos se pusieron a esperar algún maná que cayera del cielo, o a sacar al santo en procesión, o a poner velas en los altares.

El santo al que han recurrido los promotores asturianos ha sido, cómo no, el Gobierno del Principado, y la plegaria que ambos entonaron parecía santa, pero ha resultado ser un cepo: «Esto se viene abajo y la gente deja de comprar, pero pongamos más vivienda en mercado». Y se pusieron a hacer desde 2008 más pisos protegidos que nunca.

Al mismo tiempo, las velas se colocaban en los altares de la banca, que no obstante se mantuvo imperturbable y no soltó crédito como el de antes (si lo hubiera hecho en esas circunstancias, hoy el sistema financiero español estaría quebrado).

Y claro, ni aireando al santo ni derritiendo cera se ha logrado que venga el maná. Es más: parecen no haberse enterado de que el crédito fácil no volverá a España en varios años y de que la primera década del siglo XXI no va a repetirse. Por un lado, o cambian de estrategia o su sector tardará mucho tiempo en volver a una actividad moderada, y, por otro, el error del santo protector ha sido verdaderamente craso.

Los constructores auguran una pronta subida del precio de los pisos

LA NUEVA ESPAÑA 24-6-2010

Aseguran que habrá tensiones en la oferta cuando este mismo año desaparezcan las 4.000 viviendas que hay en stock
Los constructores asturianos llevan meses percibiendo leves signos de recuperación en el sector y confían en eliminar este mismo año el actual stock de viviendas que, a principios de año, un estudio de la Universidad de Oviedo situó en el entorno de los 4.000 pisos. La cifra, además de las viviendas terminadas incluye las que están en un avanzado estado de ejecución y que, de no ser vendidas, se convertirían en stock en un plazo máximo de seis meses. «De acuerdo con la demanda actual, ese volumen de pisos puede ser absorbido durante este año», aseguran los constructores en el último número de la revista ‘Ático’. Pero tras la eliminación de ese ‘colchón’ de viviendas vendrán las tensiones en la oferta y los precios subirán de forma prácticamente inmediata. «En Asturias se produjo un menor incremento de los precios y se registró una menor presión inmobiliaria en la costa, circunstancias que provocaron que el índice de stock sea en Asturias inferior al que presentan otras zonas de España», argumentan.
Entre los años 2000 y 2008 se construyeron en el Principado 83.284 viviendas, lo que supone un 16% del total del parque inmobiliario, lejos de la superproducción observada en otros lugares, como, por ejemplo, Málaga, donde el porcentaje alcanzó durante esos ocho años un 41%. Algo parecido ocurrió con los precios. En el momento más álgido, alcanzaron los 1.781 euros por metro cuadrado de media en 2008 lo que supuso un incremento del 153% en diez años, frente al 329% de Málaga, el 289% de Tarragona, el 256% de Baleares, el 284% de Murcia o el 181% de Madrid.
Tras el ‘tijeretazo’ a la inversión pública anunciado por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, los constructores aseguran que la colaboración «público-privada» es el último recurso que le queda a Asturias. Serafin Abilio Martínez aprovecha el editorial de la publicación para reclamar la participación de las empresas contratistas de tamaño medio que tienen su origen y domicilio social en Asturias en las obras asturianas del Plan Extraordinario de Inversiones (PEI), dotado con 17.000 millones de euros. «Es necesario que dichas empresas sean tenidas en cuanta de manera muy especial», dice. Y para ello, aboga por buscar la fórmula adecuada, con independencia de la necesidad de conocer los pliegos y el listado de obras con sus presupuestos para hacer un adecuado planeamiento financiero. «Los empresarios de la construcción y particularmente de la contrata debemos estar muy atentos para, desde nuestra posición, reclamar aquello que por derecho le corresponde a Asturias, comunidad que no puede quedar nuevamente relegada en el furgón de cola de la creación de unas infraestructuras que son fundamentales para su desarrollo», destaca Serafín Abilio Martínez.
Según los cálculos de la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC), al Principado deberían llegar entre un 2,5 y un 3% de esos 17.000 millones de euros, a los que debería sumarse la deuda histórica que tiene pendiente en materia de infraestructuras y de acuerdo con su población y necesidades.
Fusión CAC y Asprocon
Mañana se producirá oficialmente la fusión entre la CAC y Asprocon que dará lugar a una nueva agrupación integrada por 738 empresas. La primera ventaja de esta decisión, según explica Serafin Abilio Martínez, será que «todo el empresariado asturiano de la construcción hablará con una sola voz, cada vez más autorizada, por su peso específico, en todos los escenarios nacionales y autonómicos en que tiene legítimo derecho a ser escuchado» para exponer todos esos problemas que le afectan». «Ahora que ya estamos todos representados en una misma asociación, debemos plantearnos redoblar el esfuerzo de nuestra apuesta por aquellas cuestiones en las que creemos y que no son otras que la creación de riqueza y la consiguiente generación de empleos cada vez más necesitados de formación», argumenta el presidente de la CAC. En su opinión, el sector de la construcción está en condiciones de garantizar el cambio generacional en Asturias, dando paso a los más jóvenes como garantía de continuidad empresarial.

La falta de crédito compromete la venta de cientos de viviendas protegidas en Asturias

LA NUEVA ESPAÑA 27-6-2010

La delicada situación de la economía l Chequeo al negocio constructor
Los promotores, que pusieron en el mercado más de 4.000 pisos de protección desde 2008, avisan del riesgo de generar un nuevo «stock» inmobiliario por las dificultades con las hipotecas
Asturias ha puesto en el mercado desde 2008 más de 4.000 viviendas de protección oficial, una oferta de un tamaño con pocos precedentes que ha coincidido en plena depresión del negocio inmobiliario y en medio de conocidas dificultades para el acceso al crédito para empresas y familias. A decir de la nueva patronal asturiana de la construcción, recién nacida a partir de la fusión de la CAC, con sede en Oviedo, y de la gijonesa Asprocon, los promotores han logrado vender en torno al 50% de los pisos protegidos, pero hay dificultades para dar salida al resto, en parte debido a la resistencia de bancos y cajas de ahorros a financiar las operaciones. Esa sequía de crédito y los recortes en la obra pública son dos amenazas que, según el «lobby» constructor asturiano, sobrevuelan un sector que ya ha perdido casi el 40% de su empleo desde el inicio de la crisis.

Serafín Abilio Martínez, que acaba de ser elegido presidente de la nueva CAC-Asprocon, y Manuel Pastor, antes líder de la organización gijonesa y desde el viernes uno de los vicepresidentes de la patronal regional, expusieron ayer su diagnóstico sobre las perspectivas de las dos patas del negocio constructor: la vivienda y la obra civil.

l Los pisos. «Las ventas han repuntado este año y el stock de vivienda libre se está reduciendo, pero siguen los problemas de la financiación», expone Abilio Martínez. Bancos y cajas, añaden, mantienen restringido el crédito tanto para los promotores como para los compradores. También para los de vivienda protegida: «Incluso se dan bastantes casos en los que el comprador lo tiene mejor para financiar un piso libre que uno protegido», señala Manuel Pastor. Y apostilla: «Estamos alertando a la Administración y a la banca de que se puede generar un nuevo «stock», ahora de vivienda de protección oficial».

Los constructores auguran más ajustes de plantilla tras perder 15.000 empleos

l La delicada situación de la economía l Chequeo al negocio constructor
Las entidades financieras tienen echadas barreras que afectan tanto a las empresas como a los compradores, sostiene el sector. «Ningún banco te financia si no tienes vendido de antemano al menos el 50% de las viviendas; las empresas están poniendo sus propios recursos». Para el comprador también hay dificultades: «La banca no está cumpliendo los compromisos para conceder créditos subsidiados a los compradores de vivienda protegida», protesta Manuel Pastor.

Su queja coincide con la que meses atrás formuló la consejera de Vivienda del Principado, Noemí Martín, y llega cuando el desarrollo de pisos de protección oficial -de promoción privada, pero de precio tasado por la Administración- vive un auge sólo comparable al que se produjo en los primeros años de la década gracias al desarrollo urbanístico de La Corredoria, en Oviedo.

La oferta de suelo gestionado principalmente por sociedades públicas -Sogepsa y Sepes- hizo coincidir a partir de 2008 el impulso de grandes planes de vivienda protegida encabezados por Gijón (Roces), Oviedo (Prados de la Vega y otros enclaves), Mieres (Mayacina) y, más recientemente, Avilés (La Magdalena). Según datos del Gobierno central, en poco más de un año se iniciaron en Asturias en torno a 5.000 pisos protegidos y por primera vez este tipo de promoción, con precios más baratos y un proceso tutelado por las administraciones, superó al mercado libre, que cayó en barrena tras el estallido de la «burbuja inmobiliaria».

Fue una estrategia compartida por el sector privado y por el Gobierno asturiano que IU, socio de la FSA en el Ejecutivo autonómico, destacó varias veces como una aportación singular de la coalición a la política de vivienda del Principado. El PSOE también la expuso como suya cuando, en octubre de 2008, el presidente Areces presentó un acuerdo con bancos y cajas que incluía medidas de apoyo para los promotores y para los compradores de pisos protegidos. El propósito en ambos casos era remover los obstáculos que pudieran surgir para el acceso al crédito. A pesar de que las dificultades existen ahora, de aquellas ayudas del Principado «no hay nada de nada», sostiene Serafín Abilio Martínez, que lanza un reproche genérico a una banca que «ganó mucho dinero con el sector inmobiliario en estos años». Y hace una petición de ámbito regional: «Cajastur, Banco Herrero y Caja Rural -las entidades más pegadas a Asturias- deberían encabezar las soluciones para el crédito». Las tres entidades, matizan Abilio Martínez y Manuel Pastor, ya llegaron a acuerdos con los promotores para reducir el stock de vivienda libre.

l La obra pública. La construcción asturiana ha perdido unos 15.000 empleos en la crisis, «el 40% del total», subraya el presidente de la nueva CAC-Asprocon. Y los recortes de plantilla pueden continuar, más ante la expectativa de una reducción notable en el volumen de obra pública, que en Asturias ha venido aportando en torno al 60% de la actividad (medida en términos de PIB) de la construcción, aunque es menos intensiva en mano de obra que la edificación residencial. El gremio regional de los contratistas y los subcontratistas se asoma a dos problemas: el cercano final de grandes obras en ejecución (ampliación de El Musel, Hospital Central, variante de Pajares…) y la caída en la oferta de obra nueva a consecuencia del recorte de gasto de las administraciones.

Sostiene la patronal que el Principado está incumpliendo lo comprometido en el pacto social (el llamado Aceba) porque están pendientes de licitar proyectos por valor de 1.200 millones de euros planificados hasta 2011. Los compromisos de la Administración central para este año no llegan a 80 millones de euros, se queja Serafín Abilio Martínez. «La caída de licitación es impresionante», dice. Y la patronal teme que el recorte en infraestructuras que prepara el ministro de Fomento, José Blanco, en todo el país alcance no sólo al desarrollo de proyectos del AVE que sólo están sobre el papel (caso del tramo Pola de Lena-Gijón), sino a la conclusión de la Autovía del Cantábrico, con obras en ejecución tanto en el Oriente (Unquera-Llanes) como en el Occidente (cuatro tramos). «La inquietud del sector es terrible», concluye el primer directivo de CAC-Asprocon, asociación de 700 compañías que es, desde la asamblea fundacional del pasado viernes, la mayor organización empresarial sectorial de Asturias.

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