Viviendas protegidas como inversión – Campaña de Roces Residencial en el diario apagadorista

«Accede a una VPC con independencia de los ingresos y aunque ya tengas una en propiedad. Destina la vivienda al alquiler y amortiza tu inversión». Así lo anuncia Construcciones los Campos en diario el Comercio de hoy, refiriéndose a las viviendas que se construirán en el suelo expropiado por Sogepsa en su última «actuación» el la parroquia gijonesa de Roces.

A cuarto de página o más, y algunos en color, aparecen  anuncios de viviendas en Roces :  Los Alamos, Ceyd,  los Campos, Área Residencial Roces .

Hace un par de semanas desde Asprocon decían que:

…una treintena de promotores  participarán en una campaña divulgativa para que el nuevo área residencial “deje de ser ese gran desconocido para los gijoneses”.

Con el inicio de la campaña se ve porqué algo tan insistentemente publicitado como Roces y sus viviendas protegidas no era suficientemente conocido por los gijoneses…. los gijoneses con pasta y casa, igual no habían caído en que podían invertir en Roces.

Con la campaña queda escrito para qué  las expropiaciones de Sogepsa, para qué las VPC, cómo el dinero público y los atropellos a los expoliados en aras del «interés general» sirven al negocio de promotores y constructores.  Los anuncios no dejan duda, las VPC no van destinadas a atender las necesidades de vivienda,  se presentan como una buena inversión  para quienes ya tienen vivienda y tienen dinero.

«Las ventajas de una vivienda libre a un precio muy inferior» dice la web  de Construcciones Los Campos,  y en requisitos y características, encontramos que cualquiera puede acceder a ellas con independencia de sus ingresos, que no importa que ya tengan una vivienda en propiedad,  que pueden destinarla al alquiler, que en cinco años pueden venderla, que contarán con una ayuda directa del Principado de Asturias…

Más información en:arearesidencialroces

Más viviendas contra la crisis inmobiliaria, de José Manuel Naredo en Público

Cuando el aquelarre constructivo del último decenio ha acabado provocando en el país un notorio exceso de edificios y viviendas que la población no alcanza a comprar ni a alquilar, el reciente paquete de medidas reafirma la decisión de que el Estado compre suelo a las empresas inmobiliarias para promover la construcción de 200.000 viviendas, esta vez de precio protegido. Es como si al obeso enfermo de indigestión se le da como remedio una buena fabada.

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